Después de un mes sin postear... he decidido contarte sobre lo que pudo haber sido la última gran galería fotográfica, pero que no lo será.
Este receso de primavera me fui otra vez a hacer algunas aventuras peninsulares, para no perder la nueva costumbre, me llevé la camarita y todo fue una marejada de fotografías diarias. Me di grandes paseos por Mérida, me encaminé hacia una aventura en automóvil a través de Quintana Roo y justo a la mitad del súper viaje... que se descompone la tarjeta de memoria de la cámara y fue un caos, al parecer fue por la batería pero en realidad no tengo idea.
Todas las fotos las perdí y por más que he intentado recuperarlas no he podido así que no podré mostrarte grandes composiciones como El Mar Nació de la Luna, Volveremos, Hormigas de acero, La flor que no tuvo mañana o Retrato de un acantilado filoso (justo antes de cortarme el dedo con un vidrio en una zona arqueológica). Además de esta tragedia, ha quedado incompleto para siempre el reto de 365 fotos puesto que una semana ha desaparecido de mi registro fotográfico.
Será la culpa de Canon por darme una batería dañada? será culpa de Samsung por hacer una memoria débil? será culpa mía por olvidar recargar la cámara? será el sereno?
En realidad ya no importa, sólo había que dejar constancia de la tragedia. Ahora tomaré nuevas y mejores fotos para recuperar aquellas de concurso que ya no están.
Por cierto... ¿me extrañaste en este mes que no escribí?