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jueves, noviembre 11, 2004

Teh Mag Of Us and Luis Teh Beech Part II

Bien... Hoy fui con Nolo a pagar los boletos para el concierto de Bunbury. El tipo aquel que se parece a martín el de EliteRial no estaba así que esperamos pacientemente hasta que apareció. Una vez liquidados los boletos y que nos hubo explicado el procedimiento para el concierto, le pregunté si podríamos unirnos al concierto de Mago de Oz... pero debido a los contratiempos que nolo inventó... concluimos que iremos por nuestra parte para encontrarles en la taquilla o algo por el estilo... Así que mañana nos embarcaremos en la magnífica expedición al concierto de MdO que casualmente será mi primer concierto de... esos hehehe.

Mientras suceden nuevos eventos les dejo la segunda parte del preludio de Las plumas del cuervo por mi gran amigo, el pedofilico: Luis -perra- bond.


Tal vez por el cariño a las historias que día a día armaba con tanto esmero decidí más nunca hablar. No me fue muy difícil aislarme, todos los otros huérfanos tenían prohibido hablarme o mirarme con la excusa de mi demencia. Con el tiempo los profesores perdieron el interés por mí, los médicos dejaron de visitarme y todos se resignaron a que estaba enfermo. Yo también me resigne a seguir en mi silencioso mundo, después de todo, si intentaba conocer a alguien destruiría el universo de suposiciones sobre la vida de todos que tanto tiempo me había tomado crearles y eso no tenía precio para mi. Creando miles de historias nuevas pasaron mis años en el orfanato. En ese tiempo nada cambió salvo un par de divorcios ficticios, el supuesto asesinato de un niño que en realidad fue adoptado y un romance que inventé entre 2 profesores que terminó por ser cierto, el mundo “real” seguía igual hasta que el día de mi treceavo cumpleaños algo sucedió.

Era un caluroso día de julio, me encontraba en mi cuarto, mi recinto de creación, observando a la gente pasar por mi ventana. Disfrutaba el desenlace de un romance inventado entre el vigilante del portón y una maestra que entablaban una simple conversación. Estaban en el clímax, el vigilante confesaría su amor eterno a la maestra quien lo rechazaría por sostener una relación promiscua con uno de los adolescentes del orfanato. El dialogo final estaba listo y justo cuando la pervertida maestra destruiría el corazón del noble vigilante alguien abrió la puerta de mi cuarto. Yo me voltee para ver quien osaba dañar el punto final de mi historia y para sorpresa mía, el asesino literario era una persona que nunca antes había visto. El señor de unos cincuenta años de edad me miró fijamente, tenía una expresión seria en la cara pero su mirada era tierna y algo paternal, después de unos segundos de silencio dijo con un tono amable “¿Me puedo sentar?”. Era la primera visita que había recibido desde que entré en aquel sitio y aunque debería sentirme feliz o al menos consternado por la presencia del visitante hice caso omiso a su pregunta. El intruso sonrió y se sentó a observar cuidadosamente mi habitación mientras rascaba su barbilla. Yo lo ignore y seguí mirando por la ventana, todo en vano ya que mis protagonistas se habían marchado y con ellos mi peculiar desenlace. “Soy Reinhardt Campbell” dijo en voz baja el visitante.

Sin prestarle atención no deje de ver mi ventana. Esperaba que algún otro protagonista pasara por ella y así divertirme un rato. El señor Reinhardt solo me miraba esperando que le hablara hasta que se dio cuenta, después de varios minutos, que no diría nada. Luego de soltar un suspiro de decepción dijo en tono amable “A pesar que ahora no me digas nada se que con el tiempo nos llevaremos muy bien, así que empaca tus cosas porque ya nos vamos a tu nuevo hogar”. Yo me voltee a verlo y sin pensarlo mi cara soltó un gesto de sorpresa y una palabra que no decía en años: “¿Qué?”. En ese instante una de las mucamas del sitio soltó una maleta y gritó como si hubiese visto a un fantasma “¡Hablo! ¡Alabado sea el señor! ¡El niño hablo!”. Reinhardt empezó a reírse hasta más no poder y me dijo en tono amistoso “No solo acabó de adoptarte como hijo ahora gracias a tu amable gesto de hablar gane una apuesta con el director, definitivamente nos la llevaremos muy bien”. Y así, sin pataleos, sin quejarme, pero sobre todo, sin poder quitarme de la cara mi expresión de asombro me fui con aquel “nuevo personaje” de la historia de mi vida. Me fui sin nostalgia alguna de dejar atrás a mis protagonistas, sin extrañar las historias a las que di vida durante muchos años, ya que me fui lleno de expectativas sobre el nuevo mundo que descubriría más allá de las rejas del orfanato.

Reinhardt, por su lado, se veía bastante contento conmigo y paso todo el camino contándome cosas de su vida. Yo me limite a escucharlo con atención para así poder detallarlo. Tenía un traje marrón algo anticuado para sus cincuenta años; juraría que pertenecía a su padre o a su abuelo si no fuese por el excelente estado en el cual se encontraba. Esto le hacía ver un poco mas viejo y al mismo tiempo realzaba su marcado rasgo intelectual. Era alto, de contextura un poco robusta, tez pálida y con un bigote pequeño y canoso como su cabello. Sus ojos eran de color negro, un negro intenso que se veía resaltado por el monóculo que siempre usaba y cambiaba constantemente de lugar. Contradictoriamente hablaba con una parsimonia tremenda pero sus gestos eran muy acelerados y torpes, a primera vista se veía extraño pero luego de unas horas me acostumbre a su particular gestualidad. Me contó que era el dueño de una biblioteca de proporciones bíblicas llamada “Platón” a la cual había dedicado casi toda su vida, en ella vivía y trabajaba, y éste sería mi próximo hogar. Nunca me molestó esa idea, por el contrario me llenó de emoción poder vivir entre miles de historias que a diferencia de las mías eran famosas. Mientras Reinhardt seguía contándome historias esbocé una sonrisa que mantuve durante todo el viaje esperando ansioso llegar.

2 comentarios:

NOlo dijo...

Si claro alex, los contratiempos que yo invente ¬¬, mmm seeeh, y pues bueno a ver como nos va :D, y leanse esta cosa de luis por si se quedaron picados :p

Aleiex dijo...

Calma Isa, se supone que nolo me cuidó :p acueérdate q yo ERA el n00b ^_^

ah si y vi esto hasta despues del concierto:s